Pintura al óleo original de la artista. Obra figurativa por sectores, usando el cuerpo como abstracción de la posible trascendencia.

Realizada en diferentes tonos de blanco roto y oro, que simbolizan los huesos del cuerpo humano, y los sutiles destellos de oro, que representan el alma que esta pintura propone como persistencia frente al cuerpo y su inexorable termino.

Una aristocracia del alma haciendo referencia a que esta es lo más alto y sublime que tenemos como seres humanos. Y queda la reflexión de que esta quede brillando cuando el cuerpo acaba.